BE News Noviembre 2024

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.- Albert Einstein




Un «pas de deux» entre osteoporosis y sarcopenia: osteosarcopenia

F. Laskou, H. P. Patel, C. Cooper & E. Dennison

Nuevo término: Osteosarcopenia.  Antes parecía ser que nos acercaba únicamente la preocupación por la osteoporosis, pero en los últimos años se introdujo a nuestra «lista» la sarcopenia. Y finalmente, la combinación de las dos: osteosarcopenia.  Por esa razón me puse a investigar y comparto resumidamente, sin citar específicamente los estudios relacionados, información sobre el tema.

Por supuesto sabemos que el paso del tiempo (envejecimiento) junto a nuestro «estilo de vida»  (hábitos, nutrición, actividad física, etc) forman un conjunto de factores que pueden contribuir  tanto para la osteoporosis como para la sarcopenia. Pero hoy en día se habla de una epidemiología de osteosarcopenia. 

La osteoporosis se caracteriza por una masa ósea baja y un deterioro de la micro arquitectura ósea, mientras que la sarcopenia se caracteriza por la pérdida de fuerza, función y masa muscular. La osteoporosis representa un importante problema de salud que contribuye a millones de fracturas en todo el mundo cada año, mientras que la sarcopenia se asocia a una serie de resultados físicos y metabólicos adversos. Ambos afectan la función física y social, la confianza y la calidad de vida.

La osteosarcopenia es el término que se da cuando ambas afecciones ocurren concomitantemente y se ha sugerido que las interacciones entre estas dos afecciones pueden acelerar la progresión de la enfermedad individual, ya que la coexistencia de osteoporosis y sarcopenia se asocia con una mayor morbilidad por caídas, fracturas, discapacidad y mortalidad.

Envejecimiento: en particular,  las hormonas sexuales tienen diversos efectos sobre los músculos y los huesos, su concentración y actividad en los tejidos se modifican. La menopausia, que se caracteriza por una marcada disminución de estrógeno, progesterona y estradiol circulante en las mujeres, es una influencia importante en el deterioro posterior de los músculos y los huesos; la misma disminución abrupta no se aplica a los hombres.
Nutrición:  La falta de algunos nutrientes específicos afectan tanto a los huesos como a los músculos. Es común encontrar niveles bajos de vitamina D en pacientes con osteosarcopenia así como también la vitamina K que es esencial para el funcionamiento eficaz de las proteínas implicadas en la remodelación ósea. Un enfoque nutricional se centra en la ingesta de vitamina D, calcio y proteínas. A pesar de la falta de información sobre la ingesta de proteínas de alta calidad en personas mayores, se ha sugerido que se debe asegurar una ingesta adecuada.
La ingesta dietética recomendada de proteínas de 0,8 g de proteína/kg/día podría ser inadecuada para que las personas mayores cubran sus necesidades metabólicas y fisiológicas y debería aumentarse a 1,5 g de proteína/kg/día . En estudio recientes, una mayor ingesta de proteínas protegió contra el deterioro de la función física en personas mayores, incluidas aquellas con una ingesta de proteínas suficiente previamente, independientemente de la actividad física. Se recomienda la suplementación de proteínas por encima de la cantidad diaria recomendada en combinación con ejercicios de resistencia o ejercicios de tipo resistencia. Esta combinación ha demostrado un aumento de la masa muscular y ósea, la fuerza muscular, el equilibrio y la capacidad funcional.  La suplementación de proteínas y el ejercicio de fortalecimiento muscular se asociaron con el aumento de la masa muscular magra en personas con riesgo de sarcopenia.
Actividad Física:  Sabemos que el ejercicio físico tiene un impacto positivo en la masa y función muscular con mayores beneficios a un estado de bienestar general. Una revisión reciente mostró que el entrenamiento de resistencia es seguro y eficaz para mejorar las características de la osteosarcopenia, como la densidad mineral ósea de la columna lumbar, la masa muscular, la fuerza y la calidad.  Los programas multifuncionales que incorporan entrenamiento de resistencia progresivo tradicional, ejercicios con pesas y actividades de equilibrio/movilidad podrían ser el mejor enfoque para la osteosarcopenia.
En resumen, conocimiento hormonal (peri, meno y post), orientación nutricional con suplementación y plan de ejercicios combinados de resistencia, fuerza y equilibrio son las estrategias actuales para manejar la osteosarcopenia.

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